martes, 30 de abril de 2013

Feria del Libro de Buenos Aires

"La rama de azúcar"


01 de mayo a las 19,30 la Sala Alfonsina Storni. Editorial Comunicarte presenta "La rama de azúcar" de María Cristina Ramos e Ilustrado por Mónica Weiss. 


Lo vi subir lentamente mientras comenzaban a sonar los platillos. Después flotar en el aire, llevando con su danza altísima la cola de la única luz que quedaba encendida.     
Era un dibujo en el aire, como un hombre que piensa que es un cisne o como una sombra de ángel. Parece que algunos trapecistas pueden no pesar nada. Viendo su vuelo no temí, me parecía imposible que alguna vez hubiera podido caerse.
Todos estallamos en aplausos, silbidos y vivas. Entonces descendió, avanzó por la pista, saludó hacia uno y otro lado. Dio unos pasos hacia atrás, y antes de girar para hundirse en el azul besó la punta de sus dedos, extendió el brazo hacia mí, sopló para que me llegara el beso, y se fue.


viernes, 26 de abril de 2013

La luna lleva un silencio


  • Título: La luna lleva un silencio
  • Autor: María Cristina Ramos
  • Ilustrador: Paula Alenda
  • Editorial: Aique/Anaya
  • ISBN: 978-987-06-2057-6
  • Tipo de texto: poesía
  • Primera edición: 2010 (Ed. española, 2009)


"Que en la rama estaba
sentadito el aire,
bajo una sombrilla
de papel flotante.
Camisa de hoja,
pantalón de baile
y una capa fresca
de clavel del aire.
Estaban tan calmas
las sombras de sauce,
que se columpiaban
para no olvidarse
que en la rama estaba
sentadito el aire."

Poemas a la luna y al cielo, a las travesuras del viento y los susurros de la mar. Poesía sobre los avatares de sapos, ratones, cangrejos, ranas, ovejas y arañas, también alguna luciérnaga y un gusanito de seda. Los secretos de las caracolas y el cantar de la calandria y el zorzal. Estos son algunos de los temas abordados en La luna lleva un silencio.
Este libro de poemas en una puerta para que los pequeños lectores se adentren en la musicalidad, el ritmo y la rima invitados por un estilo impecable que complace todos los sentidos. Se trata de una poesía colmada de metáforas, imágenes sensoriales, repeticiones y anáforas. El excelente trabajo con el lenguaje da cuenta de la belleza de las palabras que se despliega en todo su esplendor y significante.
Algunos tópicos pueden parecer recurrentes en la autora pero se trata de su propia búsqueda: su fascinación por los cielos patagónicos, las preguntas sobre la luna que la rodeaban en la infancia y su interés en captar los misterios de la naturaleza. Dice Borges, y cita Ramos en la sección Escribieron y dibujaron, que“hay una hora de la tarde en la que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos, pero es intraducible como una música…”.
Las ilustraciones de Paula Alenda generan, probablemente por su estilo y la técnica elegida, el clima perfecto para sumergirse en estos misterios tan bellamente vestidos. Y es muy  interesante la decisión de dejar que algunas imágenes se traspasen al reverso de la hoja. Se genera así una sutileza acorde con el espacio poético creado y se resignifican los difusos límites que a veces hallamos en la naturaleza, como suele ocurrir entre el mar y el cielo.
Por la calidad de esta obra poética (y lo que me genera a mí como lectora) debería ser un derecho de todos los niños leer o escuchar estos poemas. 



miércoles, 24 de abril de 2013

"El Trasluz"

Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Ediciones SM


Fragmento:

        Tras la cortina blanca, como una espiral en el silencio, se iba levantando la voz de la tía que soñaba.

       El vino volcado sobre el mantel es alegría. Hay que mojarse los dedos y tocar la frente del vecino. Tu frente es suave y tiene dos líneas, dos caminos que tienen sed. Mi frente se marea con el vino, con tu caricia, cerrar los ojos y seguir viéndote tan cerca y el vino que corre y no se acaba. No corras hacia el oeste donde medra la salina, no camines ni vueles que el oeste quiebra los días claros. Vuela el cactus que ha salido a volar, canta el árbol que ha venido a cantar, y la arena hace nido bajo los muebles cuando no estás.
         
            Cuando la tía se levantó encendió el fuego, calentó el ambiente y el agua y se instaló en la sala de costura. No entendía cómo no recordaba esa carta. Exploró frase por frase y línea por línea pero no podía recuperar el momento en que había llegado a sus manos. Ella no podía haberse olvidado de una carta como esta. Sin embargo a veces su memoria era como una naranja, lo que había en un gajo se quedaba allí aislado en el equilibrio de sus propios azúcares y elegía no juntarse con el resto. Por eso tenía miedo de tener encerrado el recuerdo de la carta en un gajo perdido entre fechas de cumpleaños, libros leídos y  otros recuerdos anónimos.






*La autora firmará en el stand el 27 de abril a las 16 hs.

lunes, 22 de abril de 2013

Ejercicio de memoria y homenaje


 Siempre vivir en el interior del país lleva una marca, a veces de regocijo, a veces de carencias, siempre de diferencia. Había que vivir la Argentina de los 70, y había que hacerlo en el interior. Tiempo atravesado de riesgos y desasosiegos, de desarraigos, de imposibilidad de reunirse, de opinar libremente, de muerte a la vuelta de la esquina; tiempo de una Latinoamérica tensada en dictaduras.    
Esto tal vez ayude a imaginar lo que significó el núcleo de trabajo y de contención cultural generado por la presencia del Profesor Nicolás Bratosevich en el taller literario de Gral Roca. Fue un taller soñado, programado y sostenido por un magnífico grupo de personas: Marta Srur, Mirta Pagani, Haydeé Massoni, Conce Roca, Cecilia Boggio, Marta Gorsky, entre otros, quienes pusieron a andar esta posibilidad que se prolongó por varios años y en la que participó gente de distintos puntos de la Patagonia.
La lectura de grandes escritores es siempre el tejido de sostén para atravesar tempestades, porque sabe recordarnos -desde la fecundidad de la palabra- quiénes somos y quiénes podemos ser, desde lo monstruoso hasta lo sublime.
Nicolás Bratosevich fue uno de los iniciadores de los talleres literarios en Argentina y si bien su taller funcionó en Buenos Aires por más de 25 años, contar con su presencia en Patagonia, y por esos años, implicaba un trabajo de maravillosa intensidad y la posibilidad de una formación de gran significado para quienes intentábamos entonces leer y escribir, entreviendo ambas experiencias como un camino de búsqueda personal y de responsabilidad social.
No por casualidad, nuestras lecturas de taller anduvieron por obras de quienes en ese momento se encontraban desaparecidos, como Haroldo Conti y Antonio Di Benedetto. No por casualidad recorrimos con su tutoría teorías lingüísticas y literarias que empezaban a entrar tímidamente en las universidades argentinas: A. J. Greimas, Charles Bally, Roman Jakobson, Tzvetan Todorov, Carl G. Jung, Vladimir Propp, entre otros.
Funcionaba un sábado por mes con distintas propuestas: Taller de escritura, Taller de crítica literaria, Taller de Literatura teatral. Casi todos los integrantes de su taller de producción siguieron dedicados a la escritura; muchos de los que pasaron por otros grupos continuaron trabajando por los espacios de la literatura y de la cultura en general.
La experiencia docente es de una concreción casi invisible, la convocatoria a un armado interior de pensamiento, la invitación a un desempeño generoso de la sensibilidad, una influencia perdurable con la mirada en un colectivo que se sueña y se desea, con la esperanza en una sociedad que nos haga seres más dignos y más felices.
Desde la pena por la reciente muerte de Nicolás Bratosevich, nuestro querido Brato, escribo estas palabras. Quedan sus libros y su enorme y rica influencia en muchos hacedores culturales con los que a veces nos encontramos en congresos, en seminarios, en las pequeñas señas de nuestras acciones y nuestros libros. Queda la memoria de su entrega como docente y la vigencia de sus conceptos, que siguen revelando aristas y rellanos en la lectura de nuestras vidas, en las preguntas viejas y nuevas de lo cotidiano. 




María Cristina Ramos
Neuquén, otoño 2013

mariacristinaramosblog.blogspot.com/

miércoles, 17 de abril de 2013

En un claro del mundo


Amigas y amigos: este viernes 19 a las 19,30 en el MNBA, se realizará la presentación de En un claro del mundo, que no pudimos concretar en noviembre. Habrá lectura y algo de conversación;  y la música, como otras veces, estará a cargo de mi amigo Daniel Sánchez.
Ojalá puedan venir. Los espero.

María Cristina.